miércoles, 11 de agosto de 2010

Dedicado al Maestro con todas las letras Luis Fortunato Iglesias

Nuestro querido Mestro nos dejó hoy, pero no nos dejará nunca. Su creación estará para siempre entre nosotros, los maestros villeros, los maestros rurales como Graciela Pereyra, que actualmente va a una escuela rural, haciendo "dedo" junto a dos compañeras más, en las mañanas heladas desde Monte Caseros, provincia de Corrientes, 70 km de ida, 70 km de regreso, para darle clase a los niños, hijos de obreros rurales de la estancia del hijo de Yabrán (Yabito), niños totalmente aislados del mundo de la comunicación, que ni se enteraron que huvo un mundial de futbol, cerca de Mandisovi, donde Belgrano escribió el Reglamento para las treinta colonias de la Siete Misiones.
Ahí vive y vivirá eternamente este grande del aula Argentina y Latinoamericana, a él ira dedicado este pequeño trabajo de esta "pluma de entre casa", un pequeño homenaje, al que fue compañero de Jesualdo Sosa, Olga Cossentini, Nervi. Retomando nuestro compromiso de izar la pluma y la palabra para dar continuidad por construir desde el aula, como oprimidos que somos como nuestros alumnos, la "Pedagogía del Oprimido" de Paulo Freire, resistiendo desde los pupitres con la tiza en el puño, resistiendo desde el aula la "pedagogía para los oprimidos", la pedagogía de la formación de la mentalidad sumisa.
¡El Maestro Iglesias vive!, si señor, en los que no nos conformamos con los que hay y con lo impuesto. El viento esparcirá aún más "Viento de estrelLa", las voces repetirán aún más "confieso que he enseñado", nuevos docentes leerán "La Escuela rural unitaria",etc, etc.
La Agrupación de trabajdores por la Educación de la Pcia de Buenos Aires, tratará de seguir tus pasos