Los trabajadores y trabajadoras afiliadas a la CTA no votaron a Yasky, y sin embargo el gobierno le hace lugar a su petición unilateral y violatoria del acuerdo firmado por las listas de respetar como última instancia los dictámenes del Comité Arbitral, sin apelar al Ministerio de Trabajo o la justicia. Lo ocurrido es una burla, una maniobra y no le hace bien a la democracia.
En ese sentido exigimos que se cumpla lo que dictó el Comité Arbitral y la Junta Nacional Electoral (electa por unanimidad en el Congreso de la Central), que haya elecciones y se resuelva esto a través del voto directo y secreto de los afiliados y afiliadas, no con la firma de un decretazo del ministro de Trabajo.