HOMENAJE A CARLOS FUENTEALBA

HOMENAJE A CARLOS FUENTEALBA

Este 11 de septiembre de 2007 no es un día del maestro como los anteriores para los maestros argentinos.
Hace 5 meses caías abatido por la cobardía y el autoritarismo: Carlos Fuentealba.
Un maestro que estaba peleando.
Un maestro que daba clase a sus alumnos en la escuela y en la calle.
Un maestro que enseñaba a luchar.
Un maestro cuya última enseñanza fue entregar su vida por los demás compañeros. Por sus hijos. Por su esposa y compañera.
Un maestro que honra la tarea docente con los más hermoso que tiene un ser humano, la solidaridad y la firmeza en la lucha.
Un maestro argentino, que cayó envuelto en la bandera azul y blanca y que está instalado en el corazón de los maestros, de los alumnos y del pueblo.
Un maestro argentino que se transformó en emblema de rectitud, de humildad, de sacrificio.
Hoy en las escuelas de todo el país, desde la Quiaca hasta Ushuaia, desde la cordillera hasta el mar, tu rostro sonriente y confiado nos acompañará a todos los que vayamos a recibir el beso o el abrazo de nuestros alumnos.
Hoy, el día del maestro para cada uno de nosotros es un día de luto y esperanza.
De luto porque no estás entre nosotros, Carlos Fuentealba. Porque segaron tu vida sin piedad, cobardemente, porque te tuvieron miedo, como nos temen a todos cuando nos unimos y luchamos juntos.
De esperanza porque no fue en vano tu asesinato, porque estás en la mirada y en el corazón de todos los docentes que luchan, en las luchas de todos los trabajadores que no resignan sus derechos y levantan la cabeza con dignidad frente a las injusticias.
No dejaremos de luchar por una educación al servicio del pueblo.
No resignaremos la bandera de la justicia para tus asesinos políticos y materiales.
Por eso hoy, 11 de septiembre, Día del Maestro, TODOS SOMOS CARLOS FUENTEALBA.